menú
ABOUT MY WORK
No soy fotoreportera, lo que yo hago son actos de apropiación constantes y casi febriles con la realidad, recorridos e inmersiones en universos de asfalto, en universos simbólicos, en universos humanos. En general Bogotá ha sido el foco de mi interés, ciudad de encuentros y desencuentros que "sobrevive" a una suerte de continua evanescencia. Acosada por el vértigo arrasador de la desmemoria y del frenetismo con que se destruye el pasado arquitectónico y social para dar espacio a un pretendido "futuro".
Me gusta asumir la ciudad como un escenario, -de hecho la mayoría de mis encuadres son muy escenográficos- y la presencia de lo humano en ellos aparece casi siempre como un elemento en solitario, minimizado en ese gran espectáculo que es la urbe, perdido en la inmensidad de esa soledad, en la paradoja de su extravío. Sin embargo en ocasiones esa mirada no excluye mi interés por otros aspectos de la vida cotidiana que no escapan del humor o de aspectos puramente formales que brinda la arquitectura o la propia infrastructura urbana.
Esta ciudad tiene muchas caras, a las que me he aproximado de maneras muy distintas, tanto en la captura e interés temático como en la manera de “procesarlas”. Algunas de mis fotografías están notoriamente intervenidas, ayudada por lo que hoy llamamos el laboratorio digital; juego con los focos, mezclo texturas análogas que saco de mis viejas pinturas, superficies rayadas o corroídas. Me siento más atraída por el espíritu del cine el teatro, la pintura, el diseño o a la poesía, que de la mera reportería o registro documental. Utilizo las herramientas de manera "rudimentaria" es decir sin atenerme a los filtros predeterminados, busco personalizar estos caminos. Me gusta hacerlo particularmente en blanco y negro. Aunque tengo mucho material a color, -elección cromática que depende mucho de la luz y de otros factores, tanto emocionales como conceptuales-, la mayoría de estas fotos a color tienen la mínima o ninguna manipulación en edición.
Quizá en apariencia la mayoría de mis fotos se vean como producto de un "azar afortunado", pero en mis procesos hay mucho de rigor y disciplina. Y aunque existen -como ya dije- variaciones temáticas, resultados estéticos, series y sub series construidas, yo asumo mi trabajo como algo sucesivo; como una sola obra de largo aliento.
Me gusta compartir mis fotografías, no guardo nada para nunca; lo que he expuesto en espacios reales. Lo que está ya impreso primero estuvo en mis espacios de las redes sociales. Publico casi a diario lo que acabo de capturar. Acompaño mis fotos con títulos o encabezados, y aún a sabiendas de que esto condiciona lo que se muestra como imagen, me place generar ciertas narrativas, que en ocasiones son espacios para la reflexión, provistos de cierta carga de humor o de sarcasmo.
Considero que las redes son un soporte en sí mismas como lo pueden ser las paredes de una galería o museo pero con un poder de proyección y comunicación superlativo. Y es que gracias a esas herramientas de comunicación auto gestionada he logrado casi todos mis "momentos" o espacios de visibilización también fuera de las redes. He tenido espacios en ciertos "toldos" institucionales, académicos, e incluso comerciales. La interacción en las redes me ha traído el beneficio de la cierta independencia al no estar sujeta del todo a el "establecimiento" del arte y sus dinámicas curatoriales y académicas, me siento alejada de la obligatoriedad discursiva en el arte, mis proyectos tiene más de búsquedas e incógnitas, que de largas definiciones académicas resueltas.